La Crioesclerosis es una técnica sencilla y rápida, la cual permite eliminar de forma segura y eficaz las microvarices. Sin embargo, no sólo corrige el aspecto estético de las várices; sino que, además, alivia la sobrecarga que provocan en la circulación, atenuando los síntomas de dolor y sensación de piernas pesadas.
Su aplicación se realiza mediante la infiltración de un producto esclerosante, inoculado dentro del capilar sanguíneo a una temperatura de unos -40 grados, produciendo una irritación de la pared capilar que, posteriormente, se sigue de un endurecimiento del capilar, proceso llamado esclerosis, lo que hace desaparecer las microvarices.
No obstante, para determinar su eficacia en el tratamiento de las telangiectasias o microvarices, el paciente debe realizarse un examen clínico y una eco-doppler venosa, para descartar varices gruesas o problemas venosos profundos que puedan complicar el tratamiento.
Cuando se trata de quitar las arañas vasculares, es necesario usar la técnica adecuada y ponerse en manos de especialistas. En este sentido, con relación a la esclerosis clásica, de la crioesclerosis se distingue por el aumento importante del efecto esclerosante (por efecto del frio y de la vasoconstricción y por la acción más lesiva directa del fármaco a unos 40º-45 grados bajo cero) y del consecuente aumento de la eficacia en relación con la esclerosis habitual.
Por otro lado, se constata los buenos resultados sobre capilares “rojos”. Para enfriar el fármaco a tan baja temperatura se utiliza una criojeringuilla especial que se rellena con nieve carbónica, con lo cual se consiguen óptimos resultados tras varias sesiones de crioesclerosis.
Sin embargo, en definitiva es un excelente método para realizar la esclerosis de capilares y teleangiectasias con seguridad, maximizando de forma muy importante los buenos resultados obtenidos en la práctica. Además, su otra ventaja es que no es necesaria ninguna preparación especial para la aplicación de la Crioesclerosis Líquida.
Otra de los beneficios de la crioesclerosis es que no requiere de ningún cuidado concreto, con excepción de la exposición solar, por cuanto se recomienda aplicar el tratamiento de la Crioesclerosis en otoño u invierno, cuando el paciente no vaya a tomar el sol.
Finalmente, la crioesclerosis suele ser una técnica muy bien tolerada por los pacientes. Entre los síntomas posteriores, destacan: